En el mundo “sobreinformado” en el que vivimos, escuchamos y leemos incontables consejos sobre cómo perder peso más rápido y a cerca de hábitos que “engordan” más o menos que otros. Cuando se trata de la pérdida de peso, muchas personas piensan que son expertas en el tema porque ciertos hábitos le han ido bien a ellos, sin embargo, en la Unidad de Obesidad de Montepríncipe, queremos desmontar alguno de estos mitos desde un punto de vista más empírico y real.
Tanto las proteínas como los hidratos de carbono aportan la misma cantidad de calorías, siendo exactamente 4kcal por gramo. Sin embargo, deberíamos abrir un paréntesis para hacer una pequeña aclaración sobre los temidos carbohidratos. Existen dos tipos de ellos: los simples y los complejos. Los simples son los que se encuentran en alimentos como galletas y caramelos, y son aquellos que carecen de vitaminas, minerales o fibras. En cambio, los complejos, son los que están en el trigo integral o en la fruta, por lo tanto, estos sí que cuentan con vitaminas y fibras que son buenas para tu salud.
Se ha comprobado científicamente que ninguna vitamina aumenta el apetito, ni te hace engordar.
Realmente su función es evitar deficiencias de micronutrientes en nuestro organismo, por tanto, consiguen prevenir que se desarrollen episodios de ansiedad o los famosos “antojos” que pueden estar ocasionados precisamente por tener esta carencia de vitaminas y minerales.
Ambos aportan las mismas calorías, simplemente se diferencian en el contenido de agua. lo que ocurre es que, al tostar el pan, el alimento pierde agua.
Esto conlleva a que nos aseguremos que para que pase al tubo digestivo adecuadamente, se mastique más que el pan normal.
Consecuentemente, comemos más lento, con menos ansia, y se aumenta así la sensación de saciedad. Además, recuerda que no solamente un alimento es el causante de que aumentes de peso, ya que existen otros factores muy influyentes como el desequilibrio calórico o el sedentarismo.
Muchas veces hemos escuchado que la sal engorda, pero, ¿es esto realmente cierto?
La respuesta es que, la sal no engorda porque NO TIENE CALORÍAS. Sin embargo, se aconseja reducir el consumo de sal por dos motivos causados por las propiedades que tiene:
1. Para evitar retención de líquidos e hinchazón
2. Para evitar el aumento de la hipertensión arterial.