Escrito por Rocío Martín-Serrano Guerra. Psicóloga General Sanitaria.   

En la obesidad están implicados muchos factores que originan y mantienen la enfermedad, pero ¿cómo influye lo que sentimos en nuestro día a día con la ingesta en pacientes con obesidad?

        Todos sentimos, y sentir nunca es un problema, aunque aquello que sintamos a veces no sea agradable. Lo que necesitamos es entender lo que sentimos para poder regular lo que hacemos.

        En muchas ocasiones, la falta de conciencia sobre cómo sentimos hace que se construyan en nuestros cerebros mecanismos de regulación de esas emociones, en muchas personas dicha regulación se basa en determinadas conductas que producen placer inmediato, pero a medio largo plazo se convierten en daño.

      Pero ¿cómo nos podemos regular?

      Ser consciente de que determinados estímulos activan tres procesos a nivel psicológico: lo que pienso, lo que siento y lo que hago.

        El conocer cómo determinadas situaciones son procesadas por nuestro cerebro a nivel de pensamiento, y en función de esta interpretación casi siempre automática, el resultado va a ser lo que sentimos y lo que posteriormente hacemos.         

Por ello, es muy importante aprender a escuchar cómo nuestro cerebro vive determinadas situaciones para entender y atender lo que sentimos. Esto hará que nuestras conductas no sean tan dañinas ya que, a través de ellas, aunque no sea algo consciente, estamos buscando calmar ese malestar que no somos capaces de calmar por no estar conectados con nuestro interior.