Por África Urbano
Psicóloga de la Unidad de Obesidad de HMM
La Pandemia del Coronavirus está llevará a muchas personas a vivir escenas que dejarán huella en sus memorias durante algún tiempo (estrés postraumático).
Aquellos que han vivido en primera persona un ingreso; los que han dejado en la puerta de un hospital a su familiar y se han vuelto a sus casas acompañados de la incertidumbre y el pesar; o los que cada día trabajan a destajo para sacar adelante a tantos y tantos contagiados.
En menor medida, seremos también perseguidos por la sombra del duelo, los que estamos sin salir, con las zapatillas gastadas de andar por los pasillos y las terrazas, con las manos rojas de aplaudir y con las gargantas roncas de cantar «resistiré».
Sea como sea, esta pandemia a nadie dejará indiferente.
En este contexto, voces expertas en el campo de la psicología, informan del efecto que esta enfermedad va a tener sobre la salud mental. Desde la Unidad de Obesidad queremos informaros de los posibles efectos psicológicos tras esta pandemia.
En DSM-5, Manual de los trastornos mentales, encontramos «Trastornos relacionados con traumas y factores de estrés» epígrafe que engloba una serie de problemas en los que el criterio diagnóstico común es que la persona haya estado de forma explícita expuesta a un evento traumático o estresante.
Índice de contenidos
¿Que es el Trastorno de Estrés postraumático?
1.- Es un trastorno relacionado con trauma o factores de estrés.
2.- Puede aparecer de forma más o menos inmediata a la consecución del evento. En
ocasiones, tras el suceso la persona no presenta sintomatología alguna. Todo parecer
haber vuelto «a la normalidad» y pasados unos meses (hasta 6 meses después) , empieza
a tener alteraciones emocionales y/o conductuales.
3.- El TEPT (Trastorno estrés postraumático) cursa con una pérdida generalizada del bienestar psicológico, cambios en el
pensamiento y en el estado de ánimo:
– Pueden aparecer expresiones de miedo y de ansiedad. El paciente no solo
recuerda lo que pasó, sino que anticipa eventos similares en el futuro.
– Pueden aparecer estados disfóricos.
– Estados de anhedonia, de pérdida del interés hacia todo, ya sea placentero o
displacentero.
– Reacciones de enfado, irritabilidad, dificultades para controlar la ira, apatía,
indiferencia, desvitalización y, en casos más severos, de disociación.
– Labilidad e inestabilidad emocional y cambios en el humor.
– Recuerdos intrusivos, recurrentes y angustiosos de las experiencias vividas que
llevan al sujeto a a revivir en estado de vigilia o durante el sueño las escenas pasadas.
– Conductas evasivas, como por ejemplo no querer hablar de lo acaecido, evitar
volver al sitio donde pasó, o tomar distancia de los demás.
– Desinterés, falta de empatía y de sintonía con vivencias positivas.
– Problemas en el sueño y en la concentración.
¿Qué consecuencias puede tener?
La sintomatología puede recorrer un amplio espectro. Es decir, el sujeto puede presentar
los síntomas de forma más o menos intensa. Y, en función de esto, podrá verse afectada
la vida del paciente a nivel personal, social y/o laboral en mayor o menor medida.
El TEPT es una enfermedad mental que se desencadena a partir de una situación extrema
y que puede llegar a generar bastante disfuncionalidad en el paciente.
¿Qué medidas se deben tomar?
1. Pedir ayuda a profesionales de la Salud Mental.
2. Hacer terapia psicológica en la que el paciente aprenderá estrategias de autorregulación
emocional. Y, dependiendo de la gravedad del problema, ir a terapias combinadas en las
que se le recomiende medicación.
3. Y adoptar hábitos saludables de vida. Hacer ejercicio diario y, a ser posible, al aire
libre, para combatir los estados de ansiedad.