Por Ángela Morales Cerchiaro
Dietista Nutricionista de la Unidad de Obesidad de HMM

Una de las consecuencias negativas que probablemente habremos notado tras estos meses de confinamiento es el aumento de peso y las transgresiones dietéticas. La crisis sanitaria por la COVID19 ha venido acompañada de un período de tiempo de confinamiento y cambio en nuestras rutinas diarias, hábitos de compra, horarios, descanso, etc.

También durante estos meses hemos visto reducida nuestra actividad física habitual hemos reducido nuestros desplazamientos y se han anulado nuestras actividades por ejemplo ir al trabajo, gimnasio, clases, etc., por consiguiente, nuestra rutina de actividad física se ha podido ver alterada e incluso muy mermada si no la hemos realizado en casa, favoreciendo el sedentarismo y reduciendo el gasto calórico diario.

Además de esto, probablemente también hayamos variado nuestra alimentación habitual. Algunos habrán probado recetas y elaboraciones nuevas, comprado otros productos, etc. Los estudios de compras y consumo en España nos muestran cómo se ha incrementado notablemente el consumo de comida envasada, snacks, chocolates, comida congelada o bebidas alcohólicas.

Secuelas post Covid-19: Obesidad y reloj biológico

Todo esto unido al parón del trabajo, la incertidumbre por la que hemos pasado o la ansiedad, en muchos casos nos ha hecho más propensos a caer en tentaciones, a aumentar la ingesta diaria o la tendencia al picoteo constante. Como explica nuestra compañera África en nuestro blog y los vídeos de apoyo el aspecto psicológico es básico para mantener unos buenos hábitos de vida. Hay formas para controlar las secuelas negativas que nos está dejando la COVID19, consúltelos le pueden ser de gran ayuda.

En cuanto a la alimentación, datos de la encuesta realizada por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) señala que el 45,8% de los pacientes encuestados habían ganado peso. La mayoría de las personas encuestadas habían aumentado entre 1 y 3 kg durante el confinamiento. Este dato nos sugiere que estos meses de confinamiento ha propiciado el aumento de peso de muchos españoles.

Ahora con la desescalada, ya estamos recuperando de nuevo la posibilidad de desplazarnos, volviendo al trabajo y en definitiva recuperando la rutina anterior, quizá se les haya planteado la duda: ¿Qué dieta debo llevar tras el confinamiento?

La respuesta a esta duda es clara no hay que hacer “una dieta específica o milagrosa” debemos optar por la adopción de hábitos saludables e intentar mantenerlos en el tiempo. Como decimos siempre, la alimentación ha de ser saludable basada en el patrón de la dieta meditérranea, equilibrada y suficiente.

A continuación, resumimos las recomendaciones dietético-nutricionales básicas y hábitos saludables para nuestra alimentación tras el confinamiento:

Alimentación:

– Optar por el consumo de alimentos de temporada y de producción local

– La base de la alimentación ha de ser las verduras, hortalizas y frutas

– Optar por los cereales integrales – Es imprescindible incluir las legumbres en nuestros menús semanales, bien como platos de cuchara o en otras preparaciones más frescas como las ensaladas

– Incluir alimentos proteicos carnes, pescado, huevo y derivados de las legumbres (soja texturizada, tempeh o tofu). Se recomienda optar por los cortes menos grasos y quitar la grasa visible

– Limitar el consumo de alimentos con alta densidad energética azúcares y grasas.

– Optar por el consumo moderado de grasa de calidad como el aceite de oliva, el aguacate y frutos secos

– Evitar el consumo de alcohol y bebidas azucaradas, solo nos aportarán más calorías

Otros hábitos:

– Organizar las ingestas a lo largo del día, planificar el menú

– Intentar establecer horarios fijos para las comidas

– Evitar el picoteo entre horas

– Organizar los horarios de sueño para tener un descanso reparador

– Realizar actividad física programada

– Llevar una vida activa: subir y bajar escaleras, caminar más, realizar actividades al aire libre, etc.

– No fumar

– Mantener un buen estado de hidratación, siendo prioritario hidratarse con agua

– Optar por cocciones bajas en grasas y evitar las salsas comerciales así como las espesadas con harinas

 

¿Si le han operado de cirugía bariátrica, ¿Debe tener alguna precaución especial?

Si a usted le han operado recientemente de cirugía bariátrica es importante que siga las recomendaciones de su dietista-nutricionista y su médico endocrinólogo que se basan en ir modificando la textura y consistencia de su alimentación y en la técnica de cómo realizar las ingestas. Para los demás pacientes que ya hayan pasado las primeras fases y tengan buena tolerancia a la dieta, de manera general deberán:

– Optar por el consumo de alimentos ricos en nutrientes y bajos en calorías

– Mantener las cantidades de alimento indicadas

– Priorizar el consumo de alimentos proteicos magros

– Asegurar la hidratación evitando beber durante las comidas

– Cumplir los horarios e ingestas establecidos

– Tomar sus complementos multivitamínico y suplementación que se le indique

– Seguir tomando su medicación habitual

– Planificar una rutina de actividad física adaptada a sus posibilidades y gustos

– Evitar el consumo de bebidas alcohólica o azucaradas

– Controlar el consumo de grasas y aceites

– Seguir siempre las indicaciones individualizada que le dará su dietista-nutricionista.

Poco a poco iremos retomando la rutina y deberemos priorizar la organización de las comidas y rutinas optando por una alimentación variada y equilibrada. Esta es una oportunidad para iniciar el cambio de hábitos. No dude en consultar con dietistas-nutricionistas que le ayuden, motiven y guíen en este proceso.

Para cualquier duda sobre la alimentación, suplementación o pauta nutricional consulte con nuestras dietistas-nutricionistas y endocrinólogas de la Unidad de Obesidad.

 

Secuelas post Covid-19: Problemas de sueño, sobrepeso y obesidad.